¿CÓMO FOMENTAR LA PARTICIPACIÓN ESCOLAR DEL ALUMNADO?

 ¿CÓMO FOMENTAR LA PARTICIPACIÓN ESCOLAR DEL ALUMNADO?

¡Hola! Bienvenid@s de nuevo a mi blog. En esta entrada comentaré en concreto una estrategia que, en mi opinión, es motivadora e innovadora con vistas a fomentar la participación escolar del alumnado.

Por lo que percibo, la participación escolar está en decadencia (y más en tiempos de covid). Ya no solo hablo de la actividad participativa en el Consejo Escolar sino que hablo de actividades extraescolares, de estrategias motivacionales por parte del docente para fomentar la participación de sus alumnos/as, etc.

En el colegio al que yo asistí desde los 3 hasta los 18 años había una clara apuesta por las actividades extraescolares y, prácticamente desde que entrabas al colegio ya tenías la posibilidad de apuntarte a una gran variedad de actividades. Yo recuerdo que durante los tres años de Educación Infantil mis padres no optaron por apuntarme a ningún tipo de actividad extraescolar.

En Educación Primaria, mis padres me apuntaron a gimnasia rítmica y tengo recuerdos muy buenos con mis compañeras de clase. Estuve yendo a gimnasia rítmica durante seis años y en quinto de primaria me apuntaron a baloncesto y estuve en el equipo del colegio hasta cuarto de la ESO. En bachillerato, entre unas cosas y otras, no participé en ningún tipo de actividad extraescolar deportiva.

Aparte de estas actividades deportivas, el colegio ofrecía la posibilidad de apuntarte a grupos de convivencia los cuales organizaban semanalmente una gran cantidad de actividades relacionadas con la vida religiosa y moral del centro. Yo no estaba integrada en dicho grupo pero en cuarto de la ESO participé en la realización de una parte importante del Camino de Santiago. Fueron unos cuantos días caminando como si no hubiera un mañana pero al final lo logramos. Me pareció hermosa la ciudad de Santiago de Compostela. Sin duda, es una experiencia que repetiría mil veces más.

Bueno, en lo que a las actividades extraescolares se refiere, mi colegio fomentaba mucho la participación como podéis haber percibido. Dejando al margen este tema, yo nunca fui ni quise ser delegada o subdelegada porque la verdad es que no me gustaba ni me gusta así que no puedo aportar mucho en lo que se refiere a cómo eran asimiladas las propuestas del alumnado en el Consejo Escolar. Lo que sí me consta es que muchas veces no nos hacían demasiado caso, sobre todo en los aspectos relacionados con la evaluación de las asignaturas.

Pero, ¿qué hay que decir del fomento de la participación escolar en el aula? En mi opinión, el docente desempeña un papel muy relevante en alentar dicha participación. Yo recuerdo que había clases muy divertidas y otras que eran como un jarro de agua fría en invierno a las ocho de la mañana, es decir, horribles. Las clases de Lengua eran bastante amenas y la profesora facilitaba mucho que todos, incluso los más tímidos como yo, participáramos. Generaba debates, nos mandaba salir a la pizarra y hacía sus clases bastante dinámicas. En cambio, para la mayoría, las clases de física y química eran bastante aburridas ya que la profesora leía el tema y se dedicaba a hacer mil y un ejercicios. A mí me parece una estrategia de enseñanza perfectamente válida, pero en tercero de la ESO impartir la asignatura siguiendo dicha metodología supone que solo un pequeño porcentaje de los alumnos van a estar siguiendo la clase y todos los demás van a estar pensando en otras cosas. No tengo grandes recuerdos de hacer experimentos en clase, alguna práctica de laboratorio, ver vídeos verdaderamente interesantes...

Por ello, ahí os dejo una propuesta, innovadora en la medida de lo posible, que incite a los alumnos a participar más en la asignatura de Física y Química. Mi propuesta se centra en fomentar el desarrollo de experimentos científicos por parte de los propios alumnos. A ver, me voy a centrar, se que la mayor parte de los colegios e institutos no tienen grandes laboratorios de física y química con una gran variedad de material, de recursos, de reactivos, etc. Yo más bien me refiero a experimentos sencillos donde se puedan observar los principios básicos de los aspectos teóricos. Un experimento que me gusta un montón (y que en la asignatura de Aprendizaje y Desarrollo de la Personalidad llevaré a cabo el día de la exposición) es el de la visualización de las líneas del campo magnético. Es un experimento perfecto para iniciar la explicación a la parte de electromagnetismo de la asignatura de Física de segundo de bachillerato. Otro experimento (que también realizaré el día de la exposición) es la justificación del Principio de Le Chatelier el cual se da en Química de segundo de bachillerato. Sin duda la reacción entre ácido acético y bicarbonato sódico trae mucho juego.

La clave para que esta propuesta funcione es que, siempre prestando la debida atención y las precauciones necesarias, sean los propios alumnos los que realicen los experimentos. En mi opinión, el hecho de que los realice el profesor no sirve para casi nada. Lo digo desde la experiencia ya que recuerdo que en cuarto de la ESO la profesora nos llevo al laboratorio (por llamar a eso de alguna manera) y nos estuvo enseñando los diferentes tipos de disoluciones pero absolutamente todo lo realizaba ella y nosotros simplemente nos limitábamos a mirar. Un rollo. Lo divertido de los experimentos es hacerlos tú (siempre por supuesto partiendo de la base de que tienes unos mínimos conocimientos, pero para preparar tres disoluciones no hay que saber gran cosa así que lo podríamos haber realizado nosotros).

En conclusión, en esta entrada he hablado desde mi experiencia (creo que en muchas ocasiones es la mejor manera) y he hecho una reflexión sobre mi percepción de la participación escolar en el colegio que yo estudie. Sin duda, los experimentos básicos de física y química son una poderosa herramienta de captación de la atención del alumnado. Me están dando ganas de mezclar ácido sulfúrico y azúcar...

Espero que mi entrada os haya parecido interesante. 

¡Hasta la próxima entrada! 🌹🌹🌹